Divorciarse no es fácil, pero de Dolores es más sencillo
La buena noticia es que depende exclusivamente de ti. A Dolores la puedes despachar cuando quieras y dónde quieras.
¿Dónde?
En tu casa, en la de un amigo o familiar. Menos en la mía. Cualquier sitio es posible. Hasta en una cochera hemos ido a parar.
El lugar es lo de menos, pero…
¿Cuándo?
Es lo más importante. A veces alargas el proceso de divorcio creyendo que las pastillas van a ser la solución a tus problemas.
Con Dolores no suele funcionar eso. Debes de ponerle una orden de alejamiento con fisioterapia y saldrá huyendo echando leches de tu vida. A ella no le gusta que la toqueteen y la estén dando ejercicio. No le mola.
¿Por qué?
Dolores es un síntoma y las pastillitas no “curan” esas cosas. Lo que hacen es poner parches. Los fisios intentamos encontrar el origen (a veces no es fácil). Vamos que ponemos a Dolores de vuelta y media para que se vaya a freír espárragos.
¡Ojo! Si quieres volver con ella, es cosa tuya, ya sabrás lo que tienes que hacer cuando te expliquemos 3 cosillas a los que llamamos salvavidas, ahí lo dejo…
No 1 ni 2 si no 3 cosas hiper mega sencillas.
